Te cuento cómo mejorar tu negocio con mentorías

Te cuento cómo mejorar tu negocio con mentorías

Para quién aún no experimentó una mentoría de negocios, seguro le resulta un poco misterioso y se pregunta: ¿de qué se trata? ¿Los mentores de negocios se limitan a entrar y arreglar las partes rotas de tu empresa? ¿Están ahí solo para motivar y apoyar, o trabajan junto a vos para solucionar los problemas? 

A continuación, te dejo 5 ideas erróneas muy comunes sobre lo que es y no es una mentoría de negocios:

1. Las mentorías son solo para las empresas que fracasan

Esta idea errónea puede hacer que muchos fundadores de empresas estables (y rentables) se alejen de las mentorías, pensando que no tienen nada que ganar. Sin embargo, son para todos los negocios. Sin importar su rentabilidad. 

De hecho, muchos empresarios que decidieron comenzar mentorías en AlumbraLab, tienen grandes empresas. Es incuestionable que son exitosos de alguna manera. En la mayoría de los casos, su fundador se esforzó para construir un negocio rentable, que no dependa de él. Incluso, algunos de ellos hasta cuentan con empleados sólidos y clientes leales. Sin embargo, tienen problemas en otros aspectos.

Algunos fundadores vienen a la mentoría para arreglar un negocio en dificultades. Muchos otros llegan con un negocio sólido, pero estancado, que no saben cómo hacer crecer. En resumen, las mentorías ayudan a cualquier fundador cuyo negocio aún no alcanzó el crecimiento que desea para su empresa.

2. Las mentorías de negocios son una terapia

Toda empresa es el fiel reflejo de las decisiones que toma su dueño. 

Por eso, para cambiar tu negocio, tenés que cambiar vos. Este es un trabajo personal que suele ser guiado por un mentor. Así que es lógico que los empresarios cometan el error de pensar que los mentores de negocios son como terapeutas. 

Hay grandes diferencias entre estas profesiones. Para tratar a un paciente, un terapeuta tiene que ser distante y objetivo. Mirar a la persona desde fuera. Sin embargo, un cliente no es un paciente y un mentor no se queda en el exterior. Un mentor necesita ponerse al lado de los propietarios para guiarlos a través de sus desafíos. De esta manera, desde adentro, puede analizar qué hacer a fin de aumentar la rentabilidad o el crecimiento. El mentor tiene que ser personal, curioso e involucrarse, sin llegar a estar inmerso en un acompañamiento que no le permita ver el panorama con claridad.

Para ayudar a su cliente, el mentor tiene que ser subjetivo para conectar y comprender. Al mismo tiempo, debe mantener la suficiente objetividad para ver e iluminar el camino que debe tomar el propietario. Es decir, debe ser empático y estar informado en detalle acerca de la empresa, sin involucrarse a nivel emocional. Esto es fundamental para ver cuáles son aquellas decisiones y acciones más estratégicas para el negocio.

3. Un mentor empresarial es un motivador

El trabajo de un mentor empresarial no es quedarse al margen y animar a sus clientes. Claro que podemos hacerlo -y nos encanta cuando nuestros mentoreados hacen grandes avances -, pero el ingrediente más importante de las mentorías es la responsabilidad. Aunque los mentores siempre quieren motivar, su función principal es ver y comunicar lo que sus clientes necesitan hacer para mejorar sus negocios.

4. Un mentor hace el trabajo por vos

Si un empresario llega a un mentor pensando que este hará el trabajo difícil, se decepcionará y frustrará. Las mentorías dan como resultado transformación y cambio cuando el compromiso del fundador es alto. Además, para generar un cambio duradero y productivo, tenés que aprender a hacerlo por tus propios medios. Solo así vas a adquirir los conocimientos de cómo desempeñarte para crear un negocio próspero y una vida más satisfactoria.

Las mentorías de negocios dan espacio a un proceso personal, por lo tanto, no se trata de obtener resultados rápidos: se trata de llegar a esos resultados aprendiendo y entendiendo cómo obtenerlos. Si un mentor hace todo el trabajo por vos, vas a lograr resultados instantáneos que no vas a poder sostener ni tampoco hacer crecer en el tiempo.

Si vos impulsás tu propia solución, serás capaz de potenciar tu empresa incluso después de haber terminado tus encuentros. Las mentorías van más allá de llegar a la respuesta: se trata de vivir esa respuesta.

5. Las mentorías son una solución rápida

Las mentorías de negocios son un proceso de desarrollo. Imaginá a un entrenador de béisbol. Si te cuesta golpear la pelota, tu entrenador no puede llegar y decir: "Hacelo así y vas a batear perfecto". Para lograr tu objetivo, tenés que cambiar tu postura, sujetar el bate de forma diferente y trabajar distintos músculos. Tenés que practicar. Las mentorías de negocios son iguales. Requiere tiempo y práctica para desarrollar las habilidades o “músculos” necesarios para ser capaz de generar la transformación que deseás ver en tu empresa.

En las mentorías empresariales hablamos de vos, no solo de las funciones de tu negocio. También presto particular atención a cada detalle de su contexto, creo que es fundamental trabajar de manera integral. 

En algunos casos, se trata de empresas jóvenes que necesitan una estructura para sobrevivir. Otros, son negocios que llevan años funcionando, construidos con hábitos y creencias diferentes a los que necesitan hoy. 

Sean cuales sean tus retos como líder, necesitás crear un plan de acción que te encamine hacia dónde querés ir. Esto puede requerir, incluso, hacer girar todos los planes que tenías y enviarlos hacia otra dirección (Sí, también puede suceder eso). Poniendo el foco en este plan, vas a lograr resultados duraderos desde el primer día. 

Sin embargo, darte cuenta de esos cambios que tu negocio necesita y trazar un plan, no es tarea sencilla. Puedo acompañarte en ese camino desafiante, y te aseguro que vale cada segundo y esfuerzo invertido cuando ves la transformación. Pedí tu mentoría ahora