Libertad y productividad: hacé despegar el potencial creativo de tu empresa

Libertad y productividad: hacé despegar el potencial creativo de tu empresa

Si alguna vez decidiste aventurarte a hacer una actividad que nunca antes hiciste, es probable que hayas vivido el efecto paralizante de la libertad. 

Algo similar ocurre en tu empresa cuando tenés que desarrollar un proyecto nuevo. Te encontrás con una hoja en blanco y te quedás inmóvil sin saber qué hacer. Al no tener un paso a paso definido, puede abrumarte la cantidad de caminos que podés tomar. Aquí es donde empezamos a creer que la libertad y la productividad son incompatibles.

Quizás sos de las personas que tiene tanto miedo a tomar una mala decisión que, como efecto reflejo, te cerrás emocionalmente al ver varias opciones. Pero te cuento un secreto: casi nadie acierta a la primera. En la mayoría de los casos, triunfamos gracias a intentarlo hasta lograrlo.

¿Cómo vencer este bloqueo? El libro “The ONE Thing”, habla de ir a lo pequeño para poder superar esta parálisis. Es decir, elegir una tarea por la cual empezar. Dar el primer paso que marque nuestro camino. Por ejemplo, cuando jugás al dominó y ponés tu primera ficha, estás identificando la acción que va a crear un camino hacia tu resultado deseado (ganar). 

Este camino se convierte en una estructura guía que te permite mantener tus esfuerzos hacia un norte y, de esta manera, mejorar la productividad en tu empresa ante un nuevo proyecto.

El trabajo creativo en el negocio también funciona mejor cuando implementamos una estructura.

Te pregunto, ¿jugaste alguna vez con un chico de seis años? En un momento, sos vaquero. Al siguiente, sos un vaquero que cuida dinosaurios. Avanzás un poco más y resulta que esos dinosaurios que cuidás en realidad siempre fueron princesas. Esta creatividad desenfrenada es emocionante, pero puede alejarte de tus metas si no sabés hacia dónde vas.

La creatividad también debe tener un punto de partida. Preguntarse “¿Para qué la desarrollamos?” es un buen comienzo para definirlo. Luego, trazando objetivos más pequeños hasta llegar al resultado final, obtendrás un proceso creativo que podrás replicar una y otra vez. De esta manera lo optimizás y lograrás conseguir la tan deseada  libertad y productividad.

Cómo perseguir la libertad y la productividad sin confundir a nuestra mente

Imaginate que querés contar una historia. Tendrías que encontrar una forma de atraer la atención del lector. 

Nuestros cerebros, por configuración natural, estructuran la información por causa y efecto. Esta es la manera sencilla que encuentra la mente para explicar todos los giros que se pueden encontrar en una historia. Sin embargo, si nos limitamos a “hacer por hacer” o cambiar de rumbo sin un motivo, nuestro cerebro se confunde. Es ahí donde nos perdemos y se produce el bloqueo por no saber hacia qué dirección ir.

Por eso, cuando nos acercamos a una “nueva libertad” (o nuevo reto), es importante crear un marco de sentido (contar con un objetivo) para que nuestras acciones y pensamientos se encaminen, sin paralizarnos.

Anteponé tu impulso y mejorá la productividad en la empresa

Volvamos al ejemplo del partido de dominó. Imaginá que estás jugando.

Dependiendo de tu estilo de juego, si tenés la suerte de sacar una ficha de dominó con un blanco, conseguiste un comodín. Tenés una ventaja: ser creativo y jugarlo en el momento que más te beneficie. Esa oportunidad para innovar en la partida se da gracias a que el juego tiene una estructura (ciertas reglas).  

Cuando se trata de tu libertad y productividad, la capacidad que tengas para crear una estructura, es lo que va a permitirte actuar con entera libertad, dejar volar tu creatividad y alcanzar tus objetivos. Estas ideas están relacionadas con mejorar la productividad de tu empresa a través de técnicas como trabajar en bloques de tiempo: si enfocás tu energía y tu tiempo en las tareas que te acercan a tus objetivos, podrás dar rienda suelta a tu impulso creativo.

En resumen, a menos que diseñes una estructura, vas a encontrarte una y otra vez en un espacio paralizante de incertidumbre, sin poder anticipar tu jugada maestra en tu primera ficha de dominó.

*Inspirado en un artículo original (Blog One Thing)