Somos personas distintas y perseguimos objetivos diferentes. Por lo tanto, el uso que cada uno le da al tiempo varía. El secreto está en identificar qué querés lograr. Contar con un objetivo claro ayuda a que enfoques tu energía. Por ejemplo: Quienes dedican su tiempo a un trabajo más rentable, ganan más dinero. Las personas que dedican su tiempo a invertir en los demás, establecen mejores relaciones. Aquellos que dedican su tiempo a crear una carrera flexible, disfrutan de más libertad. Las personas que dedican su tiempo a trabajar en proyectos de gran impacto, contribuyen más a la sociedad.
Podés tener más riqueza, más amistad, más libertad, o generar más impacto, si sos consiente sobre cómo valorás y gastás tu tiempo. Sin embargo, ya sabemos que tenerlo todo a la vez es irreal. Debemos priorizar nuestros objetivos. Pero priorizar nuestras metas no es lo único que nos va a permitir alcanzar esos resultados que imaginamos. También necesitamos aprender a priorizar el uso del tiempo en nuestro día a día. Decidir de forma estratégica si nos conviene, por ejemplo, invertir 2 horas de nuestro tiempo en ir hasta el supermercado para ahorrarnos $200 de envío.
Por eso en este artículo vas a aprender paso a paso cómo gestionar, de forma eficiente, esas situaciones cotidianas que en la mayoría de las ocasiones, sin darnos, nos hacen perder tiempo y dinero.
Hace unas semanas, mi hija tenía una fiesta de graduación y había que comprarle una remera de color violeta. Ella, muy sensata, me propone ir al barrio mayorista donde la conseguiríamos más económica. Pero, la necesitaba para la semana siguiente y no contaba con tiempo para ello.
Me sentí abrumada por dos motivos: la falta de tiempo y tener que comprar una remera más costosa en otro local. En ese momento tuve la gran idea de adquirirla a través de una tienda online. De esa forma solo esperaría el envío y me permitiría compartir un momento junto a mi hija. Preparé un mate y nos sentamos, lado a lado, a comprar.
Cuando estábamos por pagarla, nos apareció un costo de envío equivalente al 50% del valor de la remera. Se me iba mucho del presupuesto que tenía en mente. Sin embargo, hacer esa compra online significaba que yo me ahorrara dos horas de ir y volver, más el estrés. Como plus, disfrutaba pasar 30 minutos relajados con mi hija. Entonces, ¿era significativo para mí el costo de ese envío?
Si lo miro en términos de la remera, era un costo extra importante. Pero al compararlo con el valor de mi tiempo, me había ahorrado dos horas que valían muchísimo más que el envío.
A esto lo llamo costo de oportunidad y hoy te voy a contar cómo medirlo.
Todos los días tomamos decisiones de este tipo, pero la mayoría de las personas lo hace desde un proceso “automático”. El cerebro toma “atajos” para no pensar tanto. Quiero acompañarte para que hagas consciente lo inconsciente y que, calculando el valor de tu tiempo, puedas determinar la cifra exacta que vale cada una de esas opciones que tenés enfrente y te decidas por la más rentable para vos.
Para esto vamos a utilizar el método de ingresos realizados. Estos cálculos te ayudarán a tomar mejores decisiones sobre cómo gastar tu dinero en compras diarias. Por ejemplo: ¿debo pagar 45 dólares por el envío o ir en auto a la tienda?
Para empezar, necesitás dos números:
Ahora voy a contarte cómo medir estos dos factores para estimar tu valor hora.
El primer paso es medir la cantidad total de tiempo que estás trabajando para ganar dinero. Vas a tener en cuenta las horas que estás físicamente en el trabajo y, si es tu caso, las horas de viaje para llegar a él. Por ejemplo, si pasas una hora viajando al trabajo y ocho horas trabajando, entonces te costó 9 horas ganar ese dinero que te pagaron por el día. Del mismo modo, si estás trabajando en un negocio paralelo o dejando a tus hijos en la guardería. Con estas cifras, tratamos de obtener el panorama más completo de la cantidad de tiempo invertido por año para ganar dinero.
Seguimiento del tiempo: cómo lo hago yo.
La forma en que le doy seguimiento a mi tiempo, te la cuento en el descargable gratuito sobre Mentalidad Empresarial que podés encontrar acá.
El segundo dato que necesitás saber es cuánto dinero ganas durante el tiempo que trabajás.
Esto es bastante sencillo. Si sos un trabajador con un ingreso fijo, solo tenés que mirar tu último sueldo y multiplicarlo por la cantidad de meses percibidos. Dividí ese valor anual por las horas que trabajás (suelen ser 2500 horas). De esta manera llegarás al valor hora que tu empleador te paga.
Por otro lado, si sos un trabajador independiente, tenés que dar seguimiento a todos los ingresos y gastos del mes. Para aprender más sobre cómo hacerlo podés mirar el Tablero de Comando que te lo cuenta en detalle. Una vez sumados todos los ingresos y restado los gastos, dividí el resultado por la cantidad de horas que trabajás y vas a tener tu valor hora.
Una vez realizado los cálculos anteriores, podemos decir que ya determinaste de forma rápida y precisa lo que vale tu tiempo. ¡Listo! Redujiste tu zona de incertidumbre para tomar mejores decisiones.
Por ejemplo:
Una vez que sepas, en pesos y centavos, cuánto vale una hora de tu tiempo, podrás tomar mejores decisiones en el día a día.
Calcular el verdadero valor del tiempo es más difícil de lo que parece a simple vista, pero también muy poderoso. Nada que traiga grandes resultados a tu vida será extremadamente sencillo.
Espero que la estrategia que hoy te compartí en este artículo te siga siendo útil con el paso del tiempo.
*Artículo inspirado en el blog James Clear
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