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Revelo mi secreto sobre cómo evitar la procrastinación

Oct 17, 2022

Revelo mi secreto sobre cómo evitar la procrastinación

Al empezar a trabajar con un cliente, la primera tarea que le asigno es definir indicadores estratégicos. ¿Por qué es tan importante que se comprometa a hacerlo? Porque a través de estos indicadores podemos ver si está avanzando hacia sus objetivos (o no). 

Pero me pasa que, a veces, en la siguiente reunión, me comunica que no pudo cumplir con la tarea que se comprometió.

La conversación que tenemos se da más o menos así. Le pregunto cómo viene y, tras un suspiro, me dice…

— Está en mi calendario desde la última vez que nos reunimos. No lo olvidé. De hecho, anoté varias ideas en mi cuaderno los últimos dos días. Pensé mucho en este tema en la última semana, pero estuve muy ocupado. 

A lo que hago énfasis en su excusa y remarco con otra pregunta:

— ¿Estuviste muy ocupado?

— Sí, fue todo una locura, pero sé que debería haber sido capaz de encontrar el tiempo para hacer este trabajo con el que me comprometí. Solo que perdí el entusiasmo.

— No sé si perdiste el entusiasmo— dije — Pero sí sé que seguramente lo dejaste para hacer después— esperé su respuesta. Silencio. Otro largo suspiro.

— Tenés razón, y me estresa mucho, pero no sé qué hacer al respecto — reconoce.

Esta persona estaba buscando un cambio y yo lo sabía. De otra forma, no habría tomado sesiones de mentoría para su empresa. Sin embargo, había algo más profundo que le impedía cumplirlo y es que no sabía cómo evitar la procrastinación.

 

Si te sentís identificado con esta historia y bastante seguido te quejás porque “no tenés suficiente tiempo”, entonces sos de los que conspirás contra vos mismo. Sé que no lo hacés a propósito. Vos más que nadie quiere que la empresa crezca. Sin embargo, por algún motivo desconocido aún, seguís postergando tus proyectos.  

Si siempre posponés las tareas importantes que te comprometiste con vos mismo, o compromisos que hiciste con otras personas, hay algo más: ignorás cómo dejar de procrastinar.

Es fundamental que tomes consciencia de que todos tenemos el mismo número de horas al día y que nos alcancen depende de cómo decidamos utilizarlas.

 

Descubrí si sos un procrastinador

Procrastinamos por infinidad de razones. Incluso a veces pensamos que estamos siendo productivos, pero aparecen señales que nos hacen notar que estamos dejando de lado tareas importantes.

Por eso te dejo una serie de preguntas que te van a servir de guía para reconocer si estás procrastinando:

  • ¿Sabés diferenciar las tareas urgentes de las importantes? 
  • ¿Hacés tareas rutinarias sin priorizar el trabajo creativo y estratégico? 

Recordá que lo que realmente hace avanzar a tu empresa es darle importancia al trabajo estratégico. 

  • ¿Mirás el mail una y otra vez sin asignarle un bloque de tiempo? 

Mirar la bandeja de entrada es una de las tareas que más nos engañan. Creemos que estamos haciendo algo importante para nuestro negocio, pero no es una tarea nos haga avanzar. Chequear el mail cada 2 minutos termina siendo una distracción que saca tu foco de otros proyectos importantes.

Asigná bloques de tiempo para dedicarte exclusivamente a esto, así evitás entrar fuera de ese horario. 

  • ¿Acumulás tareas en tu lista de “tareas pendientes”? 
  • ¿Esperás el “momento adecuado” para cumplir con ciertos proyectos? ¿Sos perfeccionista con las entregas?

Si respondiste “SI” a alguna de estas preguntas, es posible que tengas costumbre de procrastinar. Admitir que existe un problema es el primer paso para solucionarlo.

 

Reconocé las causas para saber cómo evitar la procrastinación

Aunque se habla mucho sobre qué es la procrastinación y sus consecuencias, también es importante identificar sus causas. Algunas son comunes y fáciles de identificar, como por ejemplo: 

  • Tenés miedo de fracasar.
  • Te sentís incapaz de tomar una decisión o no querés hacerlo.
  • Estás sobrecargado de trabajo o muy cansado (sumado a que comenzaste a tener estrés y eso altera tu sueño).
  • Estás demasiado desorganizado y distraído para planificar eficazmente tu tiempo.
  • Tenés la creencia de que tenés que hacerlo todo perfecto y no podés equivocarte. 
  • No querés hacer una tarea que te asignaron y postergás su cumplimiento.

De todas las causas que nombramos, para algunas personas, el mayor obstáculo es el perfeccionismo. La idea de que “si no puede ser perfecto, no se debe hacer”, nos hace entrar en un círculo dónde postergamos día tras día por nunca sentirnos capaces de “hacerlo perfecto”. Creemos que al día siguiente con más tiempo vamos a hacerlo “impecable”, pero ese día nunca llega.

Si pudieses pensar solo en empezar, adelantarías un gran paso (el de vencer esa resistencia que se presenta al iniciar un nuevo proyecto) y dejarías espacio para mejorar e innovar.

Encontrar cierta satisfacción en “estar ocupado todo el tiempo” también nos hace procrastinar. Sin embargo, es muy probable que a pesar de que sentís que “estás siendo productivo”, no estés teniendo los resultados que deseás.

Acá tenés que tener en cuenta que atrasarte en tareas o decisiones difíciles, no hace que desaparezcan. Al acumular obligaciones solo seguís aumentando el estrés y la sensación de cansancio. Es un círculo vicioso.

Por eso es fundamental que aprenderás hoy cómo evitar la procrastinación.

 

La solución: asigná un valor a tu trabajo y dale un motivo

Hasta acá hablamos sobre cómo identificar la procrastinación y cuáles podrían ser sus posibles causas. Pero, ¿cuál es la clave principal para dejar de procrastinar? 

Mi recomendación es que busques conectar el trabajo con tu propósito. En otras palabras, aprender a darle sentido a lo que hacés y comprender que, a través de ello, influís en tu equipo y en tu empresa. Esta va a ser la clave para que descubras cómo evitar la procrastinación en tu caso en particular.

En el caso de que trabajes para alguien más y sientas que la visión de la empresa no conecta con vos, cambiá el foco. Pensá en cómo tu trabajo conecta con algo más profundo. Por ejemplo, con la vocación de servicio desde el lugar que te toca, sabiendo que estás ayudando a otra persona (sea un compañero de trabajo o un cliente). Enfocate en lo que podés aportar desde tu rol. 

 

Escribí tu siguiente paso

Descubrir cómo dejar de procastinar, es un proceso personal. Por eso…

Agarrá un cuaderno, o abrí el block de notas de la computadora, y escribí la tarea que tenés que hacer. Redactá cuáles son los pasos que te van a llevar a cumplirla. También sirve que identifiques qué es lo que te traba (por ejemplo, el perfeccionismo o el miedo) y cómo podés superar esos obstáculos.

Los límites casi siempre son mentales. Encontrar palabras que nos ayuden a ponerle nombre a esos frenos que nos impide cumplir la tarea, tiene un poder extraordinario. Hay una fuerza adicional que aparece cuando las hacés visibles.

Cuando se trata de conocernos, estamos hablando de un proceso y no algo que va a pasar de la noche a la mañana.

Enfrentarte a tus propios fantasmas de la procrastinación no será cómodo ni agradable. Pero superarlos te dará grandes recompensas. Sin embargo, recordá que es un proceso y tenete paciencia. Desafiate a superarte cada día, pero sin presionarte a cambiar de un día para el otro.

Como dijo un entrenador una vez, 

"El primer paso es lo que detiene a la mayoría de las personas”. No dejes que eso te ocurra.

Tu responsabilidad es dar ese primer paso que desencadenará el proceso de cambio. Un cambio que te ayudará a recuperar tu tiempo, tu tranquilidad y tu vida.


*Artículo inspirado en el blog Emyth

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