Como empresario, es probable que pases todos los días cuidando de tu negocio. Pero, ¿estás haciendo todo lo posible para cuidar de vos mismo? Muchos propietarios de empresas están agotados: se sienten ansiosos, están desganados o les cuesta concentrarse ¿Te resulta familiar?
Tanto si estás constantemente apagando fuegos y atrapado en el día a día, como si tenés miedo a ser el único que puede proporcionar a tus clientes una experiencia ideal, corrés el gran riesgo de agotarte. Entonces, ¿qué podés hacer para evitar el agobio y crear un negocio que disfrutes liderar y una vida que te guste vivir?
El agotamiento es muy común entre los empresarios y emprendedores dedicados. Para evitar o recuperarse de este tipo de agotamiento, es importante primero reconocerlo. Se manifiesta de distintas formas:
Estos son los síntomas más frecuentes, entre otros que pueden manifestarse. Todos son indicadores importantes de que estás agotado.
¿Qué hacer para salir de este agotamiento o evitarlo?
Salí de la ciudad, ¡en serio! Una de las cosas más importantes que podés hacer por vos mismo es tomarte un descanso y recargarte. Comprometete con tener un tiempo libre prolongado y programado fuera de tu lugar de trabajo. Sé generoso con vos mismo mientras te relajás.
Planificá con antelación para que en tus vacaciones no tengas nada por lo que ocuparte:
Ahora que ya renovaste tus energías y dejaste atrás la desmotivación, falta de concentración y agotamiento general, necesitás cuidar esa energía. ¿Cómo? A través de pequeñas acciones diarias y semanales.
A menudo oímos hablar de propietarios de empresas desbordados que están tan atrapados en su trabajo diario que ni siquiera encuentran un hueco para comer. Tu estrategia de gestión del tiempo debe priorizarte a vos tanto como a tu trabajo.
La clave del equilibrio es gestionar tu agenda y aprender a decir que no.
Tené en cuenta cuánto pasás frente a la computadora y el teléfono: hacé pausas para limitar el tiempo de pantalla y dejar que tus ojos -y tu mente- descansen.
A veces, nuestras mejores ideas surgen cuando hacemos ejercicio. Andar en bicicleta, practicar yoga, correr, caminar... Sea cual sea tu preferencia, el tiempo y el espacio que dedicás a estar físicamente activo es igual de beneficioso para tu mente.
No hay nada como pasar tiempo con tus seres amados para recordar por qué hacés lo que hacés. Tu pareja, tus hijos, tus padres, amigos... Son los que te inspiran a seguir adelante, y están ahí para apoyarte y ayudarte a disfrutar de la vida. Las horas que pasás alejado por completo del trabajo te permiten establecer límites saludables y relajarte. Estar con las personas que querés es la mejor manera de recargarte emocionalmente.
Recordá que tu negocio está destinado a servirle a tu vida, y no al revés.
Las vacaciones pueden no ser la época más tranquila del año. En especial si tenés un negocio de temporada (como cuando yo vendía pan dulces). Parecía casi imposible alejarme durante las fiestas para pasar tiempo con mi familia y amigos. Pero con los años me di cuenta de que era importante hacerlo: celebrar las fiestas, dar un paso al costado por un momento y festejar dónde estaba, cuánto había avanzado.
Entonces, me comprometía a despejar mi mente y recargarme para entrar renovada a la etapa de planificación anual.
Empezaste tu empresa porque amás lo que haces. Que no se convierta en algo que termines odiando solo por no saber poner un freno. Tenés la oportunidad de construir un negocio que te guste dirigir y una vida que disfrutes vivir. Te acompaño a dejar de sentirte estancado, siempre avanzando hacia adelante mientras priorizamos tu vida personal.
*Artículo adaptado del blog Emyth
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