Como mentora de negocios, puedo ver la cara de frustración de mis clientes cuando los resultados de su planificación no son lo que ellos esperaban. Y entiendo que se sientan así, a mí tampoco me gustaría ver que no llegué a alcanzar los objetivos que me planteé.
Sin embargo, hay que seguir hacia adelante porque “un tropezón no es caída”. Como fundador de un negocio, sé lo desafiante que es seguir trabajando por tus metas cuando tus últimos resultados no fueron los mejores. Te quedás atrapado en el día a día apagando incendios. Lo que no nos damos cuenta es que cuando pasamos nuestro tiempo prestando atención a las cosas que van mal, podemos pasar por alto aquellas que van bien.
Una forma de trabajar la visión de abundancia en tu negocio es trabajando las emociones que te imposibilitan a seguir creciendo. Veamos algunas de ellas:
¿Conocés la frase “Lo que dice Juan de Pedro, habla más de Juan que de Pedro”?
Cuando te movés en el mundo de los negocios, donde reina la competencia, podés llegar a pensar que allá afuera se gana o se pierde. Creer que solo algunos tienen éxito, mientras que otros fracasan en el intento, hará que quedes atrapado en esa mentalidad de miedo.
Pero, ¿esto en realidad es así? Pensar que hay un número limitado de clientes en tu sector, es analizar el mundo desde una mentalidad de escasez. La mentalidad de escasez cierra puertas. Podés llegar a creer que “hacerle mala propaganda” a tu competencia, te daría una ventaja. Sin embargo, una actitud así solo hará que te ganes una mala reputación.
Imaginate esta situación: llega un cliente pidiéndonos un producto que nosotros no fabricamos o un servicio en el cual no somos especialistas. Aprender a recomendar a otro negocio o "hablar bien" de los competidores, cambia nuestro campo de juego. Lejos de cerrarte puertas, vas a descubrir que se abrirán muchas más.
Además, a la gente le gusta estar cerca de personas que tienen valores como el compañerismo y la capacidad de dejar de lado su ego.
La humildad te va a ayudar a crear relaciones de confianza. Las personas quieren construir con quienes apuestan a su propósito empresarial de forma honesta. Quién crece sin pisar al resto y potencia a aquellos que tiene cerca, genera muchas ganas de trabajar en equipo. Es así como empezás a atraer cada vez más oportunidades. Puede que en un tiempo te encuentres recibiendo referencias de otros empresarios de tu sector, ¡incluso de la competencia!
“Cuando te centrás en todas las cosas que van bien en tu negocio, de repente podés ver más éxitos que fracasos.”
Apreciar y sentirte agradecido por lo que ya tenés, puede suavizar tu visión del mundo y de tu negocio. Durante la pandemia en 2020, me propuse escribir 3 cosas por las que estaba agradecida. Hice el ejercicio a diario y puedo decir, por experiencia propia, que tuvo un gran impacto en mi percepción de mundo.
Así que hacé un balance de todo aquello por lo que estás agradecido. Al mismo tiempo, rodeate de personas con ideas afines, que tengan una actitud de gratitud y te recuerden el impacto positivo que estás generando.
Recordá que somos el promedio de las 5 personas más cercanas.
Trabajá para cultivar una mentalidad abundante.
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