Aprendé a pensar con mentalidad empresaria para llevar tu negocio al próximo nivel.

Aprendé a pensar con mentalidad empresaria para llevar tu negocio al próximo nivel.

Para que nuestro negocio crezca, además de los cambios de estrategia, delegar tareas y otras cuestiones operativas, lo que debe cambiar es nuestra mentalidad: de emprendedores a empresarios.

Los miedos, de los que ya hablamos en varias oportunidades, nos hacen pensar en “chico”. Nos hacen creer que proyectar en grande es demasiado riesgoso. Pero si queremos alcanzar los resultados, y la vida que soñamos, es muy necesario cambiar el chip.

Indicios de que deberías trabajar tu mentalidad empresaria:

• Te sentís abrumado, muy ocupado y cansado.
• Ya no sabes si tu negocio te está dando o quitando libertad.
• Estás cargando sobre tus hombros demasiadas responsabilidades.

¿Te gustaría pensar tu negocio como una empresa que te dé libertad, satisfacción profesional y las ganancias que deseás? Respirá, distanciate dos pasos y mirá tu idea o tu negocio desde afuera con mirada objetiva. Te acompaño...

El primer paso para empezar a vivir como un empresario es: desarrollar una mentalidad empresaria.

¿Qué significa gestionar tu negocio con mentalidad empresaria?
Un empresario no dedica todo su tiempo a hacer tareas operativas. Dedica una parte de su tiempo a hacer y otra parte, a pensar hacia el futuro. Es decir, hacia dónde va la empresa, qué se requiere para llegar y cómo hacerlo.

¿Cómo podés saber si estás pensando y gestionando como empresario?

Completá el primer ejercicio de nuestra guía de cinco pasos.  En este ejercicio, te invitamos a que anotes en un diario las tareas que vas haciendo hora por hora, durante tu día laboral, por categorías (ventas, finanzas, imprevistos, etc).

Ahora te invito a que clasifiques, en ese diario, cuáles de las tareas que hacés son tareas estratégicas y cuáles son tareas operativas.

Una tarea estratégica es una tarea que solo vos podés hacer porque…

• Se requieren ciertas habilidades que solo vos tenés y es imposible transferir a otras personas, ni enseñándoselo podrías lograrlo. Por ejemplo: si diseñas trajes de baño, es probable que vos seas la única persona que puede hacer esos diseños. O  si sos pintor, sos el único que hace cuadros.
• También son estratégicas las tareas que implican planificar el futuro de tu empresa, las formas en las que vas a crecer, en qué proyectos vas a invertir y cómo vas a lograr el resultado de negocios que querés.

Una tarea operativa es una tarea que es lo mismo que hagas vos o que haga otra persona.  Por ejemplo, ir a buscar más pintura, entregar los trajes de baño a los clientes, facturar... esas son tareas operativas.  Pero si bien facturar es una tarea operativa, fijar el precio de los productos, es una tarea estratégica.  

Una vez completo tu diario, analizá cuánto tiempo dedicás efectivamente a tareas estratégicas que te ayuden a crecer como empresa.

Un empresario dedica tiempo a tareas estratégicas, pues sabe que son importantes, y delega parte de las tareas operativas para tener tiempo y energía para las decisiones estratégicas de su negocio.

¡Hora de accionar para pensar y vivir como un empresario! Empezá con este primer ejercicio, hacelo a consciencia que en el próximo artículo te vamos a traer los siguientes pasos de este proceso de “cambio de mentalidad emprendedora a empresaria” para crear una empresa rentable sin dolores de cabeza.