Que el miedo nunca dirija tu negocio: por qué y cómo lograrlo

Que el miedo nunca dirija tu negocio: por qué y cómo lograrlo

El espíritu emprendedor se produce cuando la duda sobre uno mismo se une a la ambición valiente. Esto es válido para todos los tipos de emprendimiento: desde crear arte hasta construir una empresa.

El miedo es una emoción natural que nos protege. Tiene relación con nuestra supervivencia.  Es imposible no sentir miedo y hasta sería peligroso.

Sin embargo, cuando nos vamos al otro extremo y el miedo se disfraza de perfeccionismo, procrastinación, falta de motivación, entre otras mil caras que puede adoptar, es peligroso para nuestro negocio.  Nos previene ante situaciones que no son un riesgo real para nuestra supervivencia.

En general, más que protegernos nos paraliza.  Esto sucede porque hay ciertos aspectos de nuestro negocio que involucran la incertidumbre, el terreno no conocido. Eso es parte de la realidad empresarial.  Lo que nunca nos ponemos a reflexionar es que paralizarnos no genera mayor certidumbre, sino que solo nos demora.

Cómo aliviar la incertidumbre y el miedo al fracaso.

Tal vez te estés preguntando como aliviar esa fea sensación que sentimos cuando nos enfrentamos a situaciones desafiantes. Para los emprendedores, existe una forma de bajar la incertidumbre: crear un MVP o producto mínimo viable que nos permita testear nuestras ideas a costos mínimos.

Es una manera de avanzar con mayor tranquilidad, ya que podemos comprobar si a los potenciales clientes les interesa el producto o proyecto que tenemos en mente sin invertir gran cantidad de tiempo ni de dinero. Nos permite trabajar más relajados, con menos preocupaciones, asumiendo menos riesgos, probando y ajustando. Sin presiones ni estrés.

Sin embargo, muchos dueños de negocio se paralizan ante el MVP porque no se animan a mostrar algo imperfecto, algo que no esté en su estadío ideal para ser presentado al mundo (según su visión). Lo que nunca tienen en cuenta, y quiero que empieces a tener presente, es que los productos exitosos suelen ser los que van siendo co-desarrollados con el cliente hasta lograr su total satisfacción.

Cada vez que te paralice el miedo o el perfeccionismo, recordá la siguiente frase de Reid Hoffman (co-fundador de LinkedIn):

“Si no te avergüenza la primera versión de tu producto, lo lanzaste muy tarde”.

Releerla te ayudará a lanzar una prueba piloto de tu producto sin miedo. Entendiendo que es parte del proceso. Esto no te hará menos profesional, al contrario. Imaginate invertir miles de pesos y horas de tu tiempo en un producto que a nadie le interesa. Eso si sería una forma muy arriesgada de liderar una empresa que no recomiendo a ningún empresario.

La otra cara de la moneda.

Pensemos un momento en la otra cara de la moneda. La ambición entendida como el deseo de avanzar, de lograr, las ganas de alcanzar algo más grande que uno mismo.  Se fundamenta en la acción.  Es el opuesto al miedo paralizante. Por eso es crucial que esté presente en tu día a día empresarial.

Todos vamos y venimos de la ambición al miedo. Lo importante es evaluar: ¿En dónde te parás con más frecuencia? ¿Dónde pasás la mayor parte de tu tiempo?

*Artículo inspirado en el blog James Clear