Si la mera idea de gestionar tus finanzas te hace querer enterrar la cabeza en la arena, es posible que te preguntes: "¿Qué es el flujo de caja? ¿Debería darle importancia? ¿Qué tan urgente es que lo trabaje?”. Dejame adelantarte que es más que importante para evitarte algunas situaciones que generan mucho estrés a propietarios de empresas.
Imaginá que tu negocio es el hambre y el efectivo tu comida. A veces, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, tenemos hambre antes de llegar a la próxima comida. Para que tu negocio avance hacia el futuro que imaginás, un plan de caja te asegura nunca quedarte sin comida. Te permite administrarla de forma efectiva para siempre saciar tu hambre.
Antes de empezar, es fundamental entender la diferencia entre ganancias y flujo de caja. En simples palabras, la ganancia es la diferencia entre los ingresos y los gastos. El flujo de caja es cómo esos ingresos y gastos están fluyendo.
INGRESOS - GASTOS = GANANCIA
DINERO DISPONIBLE A CADA MOMENTO DEL MES = FLUJO DE CAJA
Existen escenarios en el que la ganancia prevista se mantiene estable, mientras tu estado de caja empeora.
Traducción: estás vendiendo con un margen de ganancia bueno, pero cobrando a futuro. Por lo tanto, no tenés dinero disponible hoy para, por ejemplo, realizar pagos pendientes o reponer mercadería. Cuando lo cobres, la ganancia será buena. Pero en este momento tenés que evaluar cómo pagar las cuentas.
Sin embargo a veces tu ganancia baja, pero tu posición de caja (efectivo) aumenta.
Traducción: estás vendiendo con un margen de ganancia bajo, pero cobrando en efectivo. Tenés dinero disponible en el momento, pero debés usarlo casi todo para reponer mercadería o pagar a proveedores.
Aunque tu empresa pueda funcionar sin ganancias durante un periodo de tiempo, no es posible mantenerlo para siempre.
En resumen, tu plan de tesorería o flujo de fondos es un presupuesto para saber cuánto dinero en efectivo vas a tener para hacer frente a gastos. Por lo tanto, un estado de tesorería para el futuro debe incluir previsiones de ingresos y gastos para los próximos meses.
Un mal manejo de flujo de caja hará que te quedes sin dinero disponible en tu empresa para cumplir con tus obligaciones. Al no contar con el efectivo suficiente (tal vez tenés pagos pendientes de clientes a 30 días), empezás a incumplir los pagos, por ejemplo, con tus proveedores. Esto generará que ellos dejen de confiar en tu empresa. Estas deudas pueden generarte una mala reputación ante los bancos que, cuando necesites un préstamo, van a encontrar motivos para negártelo.
Estas son las consecuencias más leves que pueden ocasionarse al comienzo. Pero si esta situación no se corrige, y empezás a lidiar con los intereses que generan las deudas, esta situación podría terminar en la quiebra de tu empresa.
Por eso es tan importante diseñar un flujo de caja efectivo para tu negocio. Además de asegurar tu crecimiento empresarial, te va a ahorrar un montón de preocupaciones.
Para ahorrarte estas situaciones tan estresantes (y que pocos empresarios ven venir, hasta que las deudas golpean su puerta) empezá aplicando estos principios básicos de los flujos de caja efectivos:
Aplicando estos consejos, ya estarás varios pasos adelantados. Sin embargo, crear un flujo de caja efectivo es bastante más complejo. Tiene muchos pasos a seguir. Si es un aspecto de tu negocio que necesitás y/o querés trabajar, me encantaría acompañarte a crear un plan de tesorería que permita que el dinero fluya en tu negocio.
En caso de interesarte esta propuesta, reservá tu lugar en el mentoring 1 a 1: un espacio donde podemos trabajarlo con el detalle que merece.
*Artículo adaptado del blog Emyth
ALL RIGHTS RESERVED.