En las pequeñas empresas es muy común acumular ingresos cada año sin producir un flujo de caja (efectivo) significativo. Venden, venden, pero pareciera que los beneficios se esfuman. Su cuenta resultados muestra ganancias, pero no tienen dinero en el banco. ¿Es esto posible? Sí.
Este problema es un malentendido sobre la diferencia entre el flujo de caja (efectivo disponible) y las ganancias. ¿El error? Muchos empresarios y emprendedores no controlan cómo se mueve el efectivo en su empresa. No llevan un registro detallado de cuánto sale y cuánto entra a cada momento del mes y del año.
Para tomar decisiones que te permitan crecer y tener un negocio rentable, tenés que controlar tu flujo de caja. Para hacerlo hay algo que tenés que saber (y recordarlo en todo momento).
El dinero en efectivo es para tu negocio lo mismo que el combustible para tu coche: si se le acaba, se detiene. Así que tu principal objetivo empresarial debe ser mantener un buen flujo de caja. Como vimos en un artículo anterior, podés tener ganancias significativas y aun así quedarte sin liquidez. ¿Por qué?
Prestá atención a esto que puede ser complejo al principio, pero es la piedra fundamental para manejar tu flujo de caja con éxito. Las ganancias miden el valor que fluye en tu modelo de negocio. El valor que fluye en un mes puede ser muy diferente del efectivo que se mueve en ese mismo mes. Te presento varios escenarios para que sea más simple de comprender:
En función de las variables cambiantes, tu empresa puede tener tanto ganancias como caja negativa en el mismo mes.
Es cierto que podés dirigir tu empresa sin ganancias durante un tiempo, como los negocios estacionales. Pero si seguís sin ser rentable, tu negocio va a fracasar.
Pero quedarte sin efectivo es una historia diferente. Los efectos de un déficit o superávit de caja te afecta en forma inmediata. Si te quedás sin efectivo, tu negocio se detiene. Es como quedarte sin nafta en el auto.
Crear tu flujo de fondos es muy importante, sobre todo si vendes a plazo a grandes clientes o si manejas un gran inventario de productos.
Si de repente te quedás sin dinero, no pienses que es porque tu negocio no genera ganancias. La explicación puede estar en tu flujo de fondos.
*Artículo adaptado del blog Emyth
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