7 consejos para tomar decisiones felices sobre cómo utilizás tu tiempo, energía y dinero

7 consejos para tomar decisiones felices sobre cómo utilizás tu tiempo, energía y dinero

A todos nos toca tomar decisiones sobre cómo usar nuestro tiempo, energía y dinero. Nadie escapa de esto. Una pregunta importante para hacernos es: “Esta decisión… ¿Me hará más feliz de lo que soy hoy?”.

Vivimos tan acelerados que nos cuesta realizar una pausa para reflexionar. Sin embargo, sobre todo cuando se trata de una decisión importante que tendrá consecuencias notables en nuestro negocio (y nuestra vida), es fundamental hacernos ese tiempo. Porque, como dice el famoso refrán, “mejor prevenir que curar” (o, al menos, tener la tranquilidad de que hicimos todo lo posible para elegir la que creíamos la mejor alternativa).

Además, reflexionar con técnicas y ejercicios concretos te va a ayudar a tomar decisiones de forma más ágil (dejar de dudar o dar vueltas por no saber qué elegir).

7 preguntas que deberías hacerte antes de decidir.

Para tomar decisiones felices no es necesario tener un don especial. Lo que necesitamos es hacernos las preguntas correctas.

1. ¿Es probable que esta decisión refuerce mis relaciones con otras personas? 

Las relaciones humanas son la clave de la felicidad. Así que todo aquello que te ayude a construir o fortalecer los vínculos es probable que aumenten tu bienestar. Tal vez a priori te parezca una molestia y un gasto de energía ir a esa reunión de networking. Sin embargo, seguro tenga una gran recompensa de felicidad que la disfrutarás cuando estés allí.

2. ¿Esta decisión me proporcionará novedad y desafío?

La novedad y el desafío es posible que te hagan más feliz. Aunque también, nos hacen sentir inseguros, intimidados, frustrados e incómodos. Para superar este obstáculo, me recuerdo a mí misma que, al final, suelo obtener una gran dosis de satisfacción o alegría.

Nunca evalúes tus decisiones por cómo se siente ejecutarlas en el momento presente. Pensá de qué manera te harán sentir en el futuro.

3. ¿Cuál es el costo de oportunidad de esta decisión?

("Costo de oportunidad" describe el hecho de que hacer una cosa significa renunciar a otras alternativas).

La energía, el tiempo y el dinero son limitados. Incluso una decisión que me aporta felicidad, si significa que tengo que renunciar a la oportunidad de hacer muchas otras actividades que también aumentan mi felicidad, puede que no valga la pena renunciar a ellas por una sola decisión.

Por ejemplo: podría dedicar muchas horas a aprender música clásica y, al final, disfrutar más de ella. Sin embargo, si este nuevo hobby desplaza otros 5 proyectos que me energizan, el costo de oportunidad es muy alto. Mejor decir “no” a tiempo a una actividad que renunciar a 5.

4. ¿Me ayuda esta decisión a obedecer mi mandamiento personal de SER YO MISMO/A?

Si, al igual que yo, querés moldear tu vida para que refleje tu temperamento, tus intereses y tus valores, preguntate: ¿Estoy tomando esta decisión para “SER YO MISMO/A” o porque quiero impresionar a otras personas? ¿Estaría cambiando mi esencia o negando una verdad sobre mí mismo/a? 

5. Si considero un curso de acción particular, ¿me siento con energía o agotado/a?

Escuchá a tu cuerpo. ¿Qué te dice cuando pensás en tomar una u otra decisión? Si hacemos silencio y lo dejamos expresarse, el cuerpo habla. En general, con una sensación de entusiasmo frente a cierto desafío o de desgano. Eso se llama intuición. Intenta decirte cuál es la mejor alternativa para vos. También es importante tenerla en cuenta antes de decidir.

Al momento de elegir una opción entre todas las disponibles, usá tanto tu lado racional (costo de oportunidad) como tu intuición.

6. ¿Qué tan felices son las personas que ya están viviendo eso que estoy pensando hacer?

En el libro Stumbling on Happiness (Tropezar con la felicidad), Daniel Gilbert presenta una forma eficaz de juzgar si una determinada acción te hará feliz en el futuro. Consiste en preguntar a las personas que están realizando esa acción ahora mismo si son felices y asumir que vos te sentirás igual.

Da lo mismo lo que sea que estés tratando de decidir. Organizar un viaje familiar a Disneyworld. Comprar un hámster. Aprender a usar Instagram. Trabajar como asistente legal. Ser voluntario. A la hora de evaluar las posibles consecuencias, las experiencias de felicidad de otras personas (o la falta de ella) pueden ser muy instructivas y orientativas. Aunque nunca deberían ser la respuesta final, sino una de las variables que analizaremos con el objetivo de llegar a una resolución.

7. Me recuerdo a mí misma que debo «elegir una mejor vida».

Aunque cada uno tiene su propia definición de qué es construir “una mejor vida”, preguntarme si determinada decisión me va a ayudar a lograrlo me permite conocer la respuesta correcta para mí.

Esta técnica puede ayudar a responder con éxito preguntas como: ¿Debería unirme a Facebook? ¿Debería comprar una carpa? ¿Debería comprar una nueva mesa de cocina? ¿Debería inscribirme en clases de inglés?

No hay una respuesta correcta o incorrecta. Solo existe la respuesta correcta para vos.

¿Te hacés preguntas, o usás otras estrategias, que te ayuden a tomar las decisiones acertadas para vos?

*Artículo basado en el blog de Gretchen Rubin.