En muchas de las conversaciones en las que asesoro a emprendedoras y líderes de empresas, surge esta palabra a la que muchas temen, pero que si sabemos utilizarla, no resulta tan atemorizante: estrés.
Hoy hablamos de estrés y cómo en su justa medida puede ayudarnos a lograr nuestras metas.
No todo el estrés es malo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como cualquier tipo de cambio que provoca agotamiento físico, emocional o psicológico. Se trata de una respuesta natural del cuerpo humano ante situaciones que requieren una acción rápida. En términos globales, el estrés es un sistema de alerta biológico necesario para la supervivencia.
Y sí, muchas veces las personas de negocios sentimos que estamos en una carrera por la supervivencia. Considerado desde este punto de vista, el estrés sería una alarma, un estímulo que conduce a la acción, una respuesta necesaria para sobrevivir, respuesta que puede ser coherente con las demandas del entorno, o bien, insuficientes o exageradas.
Conociendo algunas causas
Entre las situaciones que más estrés generan actualmente podemos encontrar, por ejemplo:
Saber qué provoca el estrés te va a permitir identificar problemas específicos. Una vez que sabés qué situaciones te están haciendo inquietarte por demás, podés buscar soluciones específicas y efectivas para abordarlas, por eso, no tengas miedo a investigar qué te está pasando y por qué, ya que solo conociendo al enemigo de cerca vas a poder convertirlo en tu aliado.
Convirtamos las crisis en oportunidades
Ahora que sabemos qué situaciones nos pueden llevar a alarmar nuestro sistema de alerta, te presento una estrategia práctica compuesta por 7 pasos para que tengas éxito en el manejo del estrés en tu emprendimiento, le saques provecho y lo transformes en oportunidades para crecer junto a tu negocio:
Uno de los mayores generadores de estrés es la sensación de estar abrumado por una lista interminable de tareas. Para combatir esto, es crucial establecer prioridades claras. Utilizá herramientas como la matriz de Eisenhower para clasificar tus tareas en urgentes e importantes. Esto te permitirá enfocarte en lo que realmente importa y delegar o eliminar lo que no es esencial.
La gestión eficiente del tiempo es una habilidad fundamental para cualquier emprendedor. Dividí tu jornada laboral en bloques de tiempo dedicados a tareas específicas y asegurate de incluir descansos regulares. Técnicas como la Técnica Pomodoro, que consiste en trabajar en intervalos de 25 minutos seguidos de un breve descanso, pueden aumentar tu productividad y reducir el estrés.
El bienestar físico y mental están profundamente interconectados. Asegurate de mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente. Estos hábitos no solo mejoran tu salud general, sino que también te ayudan a manejar mejor el estrés. Además, considerá prácticas como el yoga o la meditación, que son excelentes para reducir la tensión y aumentar la claridad mental.
Seguro conoces el dicho: El que mucho abarca, poco aprieta. ¡Y nuestras abuelitas tenían mucha razón al repetirlo!
Es fácil caer en la trampa de querer hacerlo todo, ya hablamos de esto en notas anteriores. Sin embargo, aprender a decir "no" es esencial para evitar el agotamiento. Evaluá cada nueva oportunidad o proyecto en función de tus objetivos y recursos actuales. Si algo no se alinea con tus prioridades o sobrecarga tu agenda, es mejor rechazarlo amablemente.
No tenés que enfrentar los desafíos del emprendimiento sola. Construir una red de apoyo puede marcar una gran diferencia. Esto puede incluir mentores, colegas emprendedores, amigos y familiares. Hablar sobre tus problemas y recibir consejos puede aliviar la carga emocional y proporcionar nuevas perspectivas.
En el mundo hiperconectado de hoy, es más que importante establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal. Reservá tiempo para desconectar completamente de tus responsabilidades laborales. Esto puede ser tan simple como apagar el teléfono durante las cenas o establecer horarios sin pantallas antes de dormir. Desconectar te ayuda a recargar energías y volver al trabajo con una mente fresca y clara.
El crecimiento personal y profesional están interrelacionados. Invertí tiempo en actividades que te apasionen y te desarrollen como persona, ya sea aprender una nueva habilidad, leer libros inspiradores o asistir a talleres y conferencias. Estas actividades no solo te brindan una sensación de logro y propósito, sino que también pueden ofrecerte herramientas valiosas para enfrentar el estrés.
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Antes de concluir
Tal como vimos, en ésta nota tan práctica, el estrés es una parte inevitable de mundo laboral, pero no tiene por qué dominar tu vida. Al implementar estas estrategias, vas a poder manejar el estrés de manera efectiva y mantenerte enfocada en alcanzar tus metas. No olvides que cuidar de vos misma es esencial para el éxito a largo plazo de tu negocio. ¡Así que tomá un respiro, establecé tus prioridades y seguí adelante con confianza y determinación!
Recordá: cada paso hacia adelante es una oportunidad para crecer y florecer. Así que permitite explorar, aprender y evolucionar en tu camino hacia el éxito, y no tenés por qué hacerlo sola, sabés que contás conmigo para ayudarte y llevarte de la mano. ¡Escribime ahora y conversamos!
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